jueves, 14 de julio de 2011

Te quiero a ti.


Nos reímoos. Y seguimos riéndonos así. Hablando sin saber muy bien de que ni por qué. Después decidimos colgar, prometiendo que nos llamaremos mañana. Es una promesa inútil: lo hubiéramos echo de todos modos. Cuando pierdes el tiempo al teléfono, cuando los minutos pasan sin que te des cuenta, cuando las palabras no tienen sentido, cuando piensas que si alguien te escuchara creería que estas loca, cuando ninguno de los dos tiene ganas de colgar, cuando después de que el ha colgado compruebas que lo haya hecho de verdad, entonces estas perdida. O mejor dicho, estás enamorada, lo que, en realidad es un poco lo mismo...



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